Una nueva ley aprobada recientemente por la Cámara de Diputados de Bolivia marca un hito en la protección de los derechos de la infancia: a partir de ahora, se prohíbe de manera absoluta el matrimonio antes de los 18 años, sin importar el consentimiento de padres o tutores. La norma modifica el Código de las Familias, que permitía enlaces a partir de los 16 años con autorización parental. El cambio legislativo representa el fin de una excepción legal que, en la última década, amparó más de 4 800 matrimonios de adolescentes entre 16 y 17 años, según cifras de la Defensoría del Pueblo. A esto se suman 487 matrimonios registrados de niñas menores de 15 años, de acuerdo con el Servicio de Registro Cívico. La ley responde también a un problema social de fondo: la normalización del matrimonio infantil en sectores donde se percibe como culturalmente aceptable o incluso como una solución económica. Más allá de los matrimonios registrados, existe una realidad oculta: la convivencia de niñas con adultos en uniones libres que no figuran legalmente. Investigaciones señalan que cerca del 3% de las niñas bolivianas, es decir unas 32,000 menores, han vivido en concubinato antes de los 15 años. Esto abre la puerta a delitos como abuso sexual, embarazo infantil, trata y explotación, alerta Save the Children.

