La agonía de comer de los cubanos se suma a la de cómo cocinar los pocos alimentos que pueden conseguir. La escasa información oficial sobre la disponibilidad de gas licuado y los largos apagones han obligado a la población y a entidades estatales, como centros de estudios y unidades gastronómicas, a usar leña y carbón para cocinar.
Conseguir leña en la ciudad es complicado. Los árboles ornamentales son intocables, hay que ir a la periferia a buscarla. El precio del carbón en las ferias que realiza el Gobierno los fines de semana se ha elevado de 500 a 1.000 pesos el saco, mientras los particulares lo venden en 1.200 pesos.
Costos del carbón
La lata de carbón, que es la más comprada por la población, cuesta en las ferias a 250 pesos y en los particulares a 350 pesos.