Yaritza Salas ofreciendo acompañamiento espiritual y apoyo a mujeres en Tampa

Cuando sanar se convierte en propósito: la historia de una mujer que eligió levantarse

Por Henry Aguilera, Tampa FL, [email protected]

Hay personas cuya vida parece escrita por capítulos difíciles. Yaritza Salas es una de ellas.

Yaritza creció en un entorno marcado por la disfunción familiar y, desde muy joven, la soledad fue su compañera constante. A los 16 años ya vivía prácticamente sola, enfrentando el mundo sin guía, sin respaldo, sin rumbo.

Los años que siguieron no fueron más amables. Su salud mental comenzó a quebrarse silenciosamente. Las emociones reprimidas se convirtieron en tormentas internas que, en más de una ocasión, la empujaron al límite. “Tuve episodios muy fuertes de depresión. Incluso intentos de suicidio. No le veía sentido a nada”, recuerda. Y sin embargo, estaba a punto de comenzar el capítulo más importante de su historia.

Una madrugada, su hermano la llevó a una pequeña iglesia. No fue un acto planeado, sino un acto de amor desesperado. En ese lugar, a las dos de la mañana, ocurrió algo que ella describe como una liberación. No solo espiritual, sino emocional. Fue como si alguien hubiera abierto una ventana en medio del encierro. Y por primera vez en mucho tiempo, pudo respirar.

Aquel momento no resolvió todo, pero sí marcó el inicio de un proceso de sanación que sigue hasta hoy. “No soy la misma mujer de hace 20 años. Desde que tuve ese encuentro con Dios, aprendí a mirar mi historia desde otro lugar. Ya no como víctima, sino como alguien que fue llamada a transformar su dolor en propósito”.

Una vida que se reconstruye desde el interior

Con el paso del tiempo, comenzó a construir una nueva vida. Se formó profesionalmente en Puerto Rico, trabajó como asistente educativa, enseñó en escuelas y soñó con una vida estable. Más tarde, por decisiones personales y familiares, emigró a Estados Unidos. Y como muchas mujeres migrantes, volvió a empezar desde cero.

No fue fácil. Cambiar de país, dejar lo conocido, adaptarse a una cultura nueva… Todo eso removió heridas pasadas. Pero esta vez, algo era distinto: ahora tenía herramientas internas, un sentido de propósito, y la certeza de que cada proceso tenía un significado.

Yaritza Salas ofreciendo acompañamiento espiritual y apoyo a mujeres en Tampa

Las crisis ya no me destruyen. Me forman. Ahora sé quién soy y de dónde viene mi fuerza”, afirma con serenidad.

Hablar con propósito, servir con amor

Desde su hogar en Florida, lidera espacios de acompañamiento espiritual. Dos veces por semana se conecta virtualmente con personas que buscan guía, consuelo o simplemente alguien que los escuche. Más que predicar, conversa. Más que enseñar, comparte.

La idea no es imponer ideas, sino acompañar a otros en su camino”, explica. “Muchos no pueden ir a una iglesia o no se sienten cómodos, pero sí anhelan crecer, sanar, tener paz interior. Para eso estamos”.

Su experiencia personal se convirtió también en palabras escritas. Es autora del libro “Mujer Resiliente en Cristo”, donde explora el valor de la conexión interior desde una perspectiva íntima y práctica. Lejos de ser un manual rígido, su obra invita al lector a descubrir un espacio de encuentro con uno mismo y con lo divino. En sus páginas hay honestidad, heridas sanadas, y sobre todo, esperanza.

El mensaje detrás de la historia

Aunque su camino está profundamente marcado por la fe, su mensaje no es exclusivo para creyentes. Es un llamado universal a mirar hacia adentro, a reconciliarse con el pasado, a recuperar la identidad perdida. “Muchos viven rotos por dentro, pero siguen adelante como si nada. Y eso, con el tiempo, te desgasta el alma”, reflexiona.

Insiste en que el valor personal no depende de títulos ni de logros externos. “Saber quién eres cambia la forma en que te enfrentas al mundo. Cuando entiendes tu propósito, dejas de vivir por inercia y empiezas a vivir con intención”.

Mirando hacia adelante

Cuando se le pregunta cómo se ve en diez años, no duda. “Quiero dedicarme por completo a esto. A servir, a enseñar, a escuchar. A seguir hablándole al mundo sobre la importancia de sanar por dentro. Porque hay muchas personas que todavía no saben que pueden vivir de otra manera.”

Como mujer hispana, tiene un deseo profundo: que su comunidad despierte, se valore, y deje de vivir con el corazón roto. “Hay mucho talento, mucho amor y mucha sabiduría en nosotros. Pero también muchas heridas sin cerrar. Y eso no solo afecta a la persona, afecta a las familias, a la sociedad.”

Yaritza Salas ofreciendo acompañamiento espiritual y apoyo a mujeres en Tampa

Nunca es tarde para empezar de nuevo”, repite con una calma que no viene de los libros, sino de la experiencia. Y al escucharla, no hay duda: está hablando con el corazón. Porque ha estado ahí. Porque eligió levantarse. Y porque hoy, su vida es prueba de que la sanidad sí es posible, y el propósito, alcanzable.