Por Henry Aguilera, Tampa FL, [email protected]
Desde las montañas verdes del eje cafetero en Colombia hasta las calles soleadas de Tampa, la historia de Diana Carolina Bohorquez es un ejemplo vivo de reinvención, pasión y propósito. Publicista de profesión, creativa por naturaleza y soñadora por convicción, su camino ha estado marcado por cambios profundos y decisiones valientes.
“Yo aprendo viéndolo todo”, confiesa, describiendo su forma visual y sensorial de entender el mundo. Graduada en Mercadeo y Publicidad en 2013, trabajó más de 15 años en el sector financiero, liderando campañas y eventos para clientes empresariales. Aunque el entorno era bancario, su trabajo siempre tenía un toque creativo: ferias, lanzamientos y estrategias visuales que despertaban interés.
El cambio que lo transformó todo
Pero el 2020 lo cambió todo. Como muchos inmigrantes, su llegada a Estados Unidos trajo consigo la nostalgia de dejar atrás familia, amigos y costumbres. “Ese primer año no lo recuerdo como algo productivo. Fue un cambio duro… pasar de tu tierra a un lugar nuevo y encerrarte por la pandemia fue un reto emocional enorme”, recuerda.
En medio de ese encierro y de una crisis personal, Carola encontró en los globos un escape y una posibilidad. Comenzó armando canastas de frutas y detalles para bebés, pero algo le decía que había más por explorar. “No era mi pasión, pero me dije: me voy a enfocar. Empecé a capacitarme online con gente de Colombia y de otros países”.
Un cumpleaños que encendió la chispa
El punto de inflexión llegó con el cumpleaños de su hija en el año 2021. Carola diseñó y montó toda la decoración con lo que había aprendido. Publicó la foto en Instagram y, sin saberlo, ese día nació su nueva etapa profesional.
“Ahí me motivé, empecé a hacer arreglos, flores de gran tamaño, personalizaciones… todo lo que se pudiera llevar al mundo del globo con creatividad”.
Su trabajo evolucionó hacia decoraciones innovadoras, letras gigantes y mobiliario temático, ganando reconocimiento en la comunidad local.
De emprendedora a mentora
En 2025, Carola unió fuerzas con su colega Natalia para crear DECOEXPRESS Aprende y Emprende, un proyecto de capacitación dirigido a mujeres que, como ella años atrás, tenían talento y ganas de emprender, pero no sabían por dónde empezar.
“El primer workshop lo hicimos en junio, aquí en Tampa. Fueron 15 mujeres a las que logramos impactar. Para mí, lo más bonito es transmitir lo que sé para que otras no cometan los errores por los que yo ya pasé”.
La visión de DECOEXPRESS es ambiciosa: llevar sus talleres a otras ciudades como Boston, crear una comunidad de apoyo y abrir nuevas líneas de trabajo para fortalecer el emprendimiento femenino.
Conectando y sumando
Carola sabe que su historia no es solo personal, sino parte de una narrativa más amplia: la de tantas mujeres hispanas que llegan a Estados Unidos buscando oportunidades, reinventándose y construyendo negocios desde cero. Y aunque forma y capacita a mujeres que podrían convertirse en su “competencia” directa, para ella la visión es otra: colaboración, unidad y crecimiento conjunto.
“Queremos que se lleven todo nuestro conocimiento, sin guardarnos nada. No se trata solo de decorar, sino de creer que se puede. Si yo avanzo, y ellas avanzan conmigo, la comunidad entera se fortalece”, afirma.
Su presencia en redes sociales, especialmente en Instagram, le ha permitido conectar con su clientela: madres jóvenes, familias en etapas de celebración y una comunidad que valora la dedicación y el detalle. Más allá del negocio, Carola busca generar redes de apoyo donde el talento de cada una sume al éxito colectivo.
Un mensaje que inspira
Cuando se le pregunta cuál es la frase que mejor define su motor de vida, no duda:
“Mi principal motor es Dios y después yo; de ahí mi familia. Si uno tiene confianza y fe, todo se puede. Si hay alguna duda, siempre vuelvo a eso: fe y confianza”.
Hoy, Carola es más que una decoradora de eventos. Es una mentora, una emprendedora y un ejemplo de cómo transformar las dificultades en oportunidades. Desde las colinas cafeteras hasta los salones decorados de Tampa, su historia nos recuerda que el talento florece donde hay determinación, y que los sueños, cuando se ponen en manos de Dios y se comparten, crecen más rápido y llegan más lejos.